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                | Sábado 
                  2 septiembre (sigue 
                  de página anterior) |   
                |  Diario 
                  RAÚL y NANINHO |   
                | Dejamos el 
                  recado de que si aparecían nos llamasen, pero no hubo 
                  respuesta. Nano y yo fuimos a buscar alojamiento pero todos 
                  los hostales estaban llenos y los hoteles de Calgary 
                  son muy caros. Decidimos ir a pedir alojamiento al 
                  hospicio en el que paramos. Como estaba lleno nos dijeron que 
                  fuéramos a otro que es más grande. Era un centro 
                  de desintoxicación en el que el ambiente era realmente 
                  triste. Gente tirada a las puertas, sin esperanza y con muy 
                  poca higiene. Nosotros aparecimos con nuestras humildes pintas 
                  pero en bici y con alforjas, lo cual no es muy usual allí. 
                  Éramos como el tuerto en el país de los ciegos. 
                  Afortunadamente los trabajadores de allí nos guardaron 
                  el material en una habitación segura y nos dieron un 
                  par de plazas. Nano llevaba entre sus brazos la pizza que teníamos 
                  para cenar y como él dice la abrió en un momento 
                  inoportuno. En cuanto abrió la caja empezaron a llegar 
                  amigos, y en unos segundos lo que antes era 1 pizza ahora era 
                  media. Anteriormente ya habíamos dado otra pizza y refrescos 
                  a los indigentes que había junto a la pizzería 
                  así que decidimos que ya era suficiente. Dormimos en 
                  una gran sala con otras 150 personas acompañados de todo 
                  tipo de sonidos: ronquidos, pedos, y una gran variedad de toses 
                  de lo menos esperanzadoras. |  
                |  Calgary, 
                  en el fondo no tan rica como parece 
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                | Sabado 
                  2 de septiembre. Calgary |   
                |  Diario 
                  MIGUEL y DIEGO |   
                |  La 
                  noche ha sido tranquila y las bicis siguen debajo de la cama, 
                  menos mal!! El tipo que nos miraba ya no esta. Son las diez 
                  de la mañana, miro a Diego que duerme en la cama de al 
                  lado. Con su barba de dos meses y con lo flaco que está, 
                  es el tipo perfecto para dormir en un sitio como este. |   
                |  Diego 
                  durmiendo en el hospicio. La bici, debajo de la cama 
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                |  Los 
                  baños del hospicio. Muy limpios 
  |   
                |  El 
                  hospicio está limpio, es muy amplio, tiene una disciplina 
                  estricta y dos maromos vigilan la puerta quien entra 
                  y quien sale. Es que por la zona en la que se encuentra es muy 
                  normal que los yonquis intenten entrar a por drogas o a robar. 
                  El edificio fue una cárcel, pero hoy en día está 
                  reformado y cumple una misión fundamental en la ciudad, 
                  como nos explica la chica de recepción; después 
                  de la ultima crisis de oriente próximo, el precio del 
                  barril de petróleo ha subido muchísimo y el gobierno 
                  canadiense ha decidido aumentar la extracción de crudo 
                  en las grandes reservas en el norte de Alberta 
                  (las cuales dicen que son |   
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